Muchas veces creemos que hemos cogido la gripe, cuando en realidad lo que padecemos és un resfriado más o menos fuerte. Es importante conocer las diferencias entre ambas enfermedades para poder tratarlas como es debido.
Los síntomas del resfriado se van haciendo patentes poco a poco, mientras que la gripe aparece de repente. A diferencia del resfiado, la gripe viene acompañada de fiebre alta (entre 38-40º), dolor muscular y dolor de cabeza. Los síntomas clásicos del resfriado como pueden ser los estornudos, mocos, tos y picor de ojos, son menos frecuentes en alguien que padece la gripe.
¿Cómo se previene la gripe?
Existe una vacuna anual para la gripe y es muy recomendable para las personas con cardiopatias respiratorias y cardíacas crónicas, inmunodeprimidos y aquellos que tienen contacto cotidiano con personas con estas enfermedades. Es recomendable vacunarse durante el mes de Octubre o a principios de Noviembre.
¿Qué hago si ya he cogido la gripe?
El tratamiento de la gripe consiste en combatir los síntomas. El paracetamol y el ácido acetilsalicílico son los medicamentos más útiles para la fiebre y el dolor. Si se presentan otros síntomas se tratarán de forma puntual. El descanso resulta clave para ayudar a la mejora de la infección.
¿Por qué no debo tomar antibióticos?
La causa de la gripe es un virus, y los antibióticos atacan a las bacterias. Los antibióticos son únicamente recomendables en caso de que se presente una infección bacteriana.
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