Claves para una vuelta al cole saludable (IV): Mitos y verdades sobre los piojos

Si anteriormente hablábamos de los contagios más comunes refiriendonos a enfermedades, ahora toca hablar de otro contagio frecuente: los piojos. Normalmente es el propio centro quien detecte el problema y haga llegar a los padres una carta de alerta para hacerle frente.

Seguramente notaremos que nuestro hijo ha sido infestado porque se rasca la cabeza y, al mirarle con atención, veremos marcas rojas en su cuero cabelludo y posiblemente huevos blancos (las conocidas liendres). Es importante que no hagamos caso omiso de las señales o de la carta de alerta y nos pongamos manos a la obra para eliminar a estos pequeños visitantes, pues será clave para que siga latente la infestación y que el esfuerzo de otros padres por cortarla haya sido en vano.

Según datos del área médica de los laboratorios Casen-Fleet SLU, especializados en tratamientos antipiojos, “en países desarrollados la infestación ronda entre el 1 y el 3% de la población anualmente”. Las edades en las que se presenta mayor infección es entre los 3 y los 10 años.

• Según datos de Casen Fleet, tenerlos no es un signo de falta de higiene. Contrariamente a lo que se pensaba en el pasado, es un signo de todo lo contrario. Los niños más populares, cuya compañía es más demandada por sus compañeros, son más propensos a sufrir el paso de piojos porque tienen contacto con más niños.
• Los piojos no transmiten enfermedades. Son insectos especializados en el cuero cabelludo humano y sólo sobreviven en él, por lo que no tiene sentido tratar a los animales que tengamos en casa puesto que ni los transmiten ni resultan víctimas.
• Los piojos se transmiten por el contacto directo de una cabeza con otra, no anidan en peines o sábanas, aunque no es conveniente utilizarlos de nuevo sin limpiarlos. Un piojo podría sobrevivir un máximo de dos días fuera del cuero cabelludo humano.
• Los niños que son correctamente tratados, no hace falta que dejen de ir al colegio hasta que comprobemos que ya no presentan liendres ni piojos.