¡Guerra a la flacidez!
La belleza exterior no es lo más importante, pero no podemos negar que cuando el espejo nos devuelve una imagen más atractiva de nosotros mismos por la mañana, salimos de casa con una actitud más positiva.
Myriam Yébenes, directora del Instituto de Belleza Maribel Yébenes y autora de ‘Cómo gustarte y gustar’ (JdeJ Editores, 2015), explicaba recientemente en Infosalus que «no hay que obsesionarse con los cuidados» pero sí es importante mimarnos y dedicar 10 o 15 minutos al día a cuidados personales como el peinado, el maquillaje o una mascarilla de tratamiento.
Existen ciertos aspectos a los que hay que prestar especial atención para lucir un aspecto más joven. Hablamos de la hidratación, las arrugas, la flacidez, el tono y la textura de la piel. Una piel luminosa, libre de manchas y con los poros cerrados ofrecerá una imagen más joven.
«La flacidez es el elemento que mayor peso tiene sobre el envejecimiento, se pueden tener arruguitas pero tener el óvalo desdibujado por la flacidez da una impresión de más edad», señala Yébenes. El estado del colágeno y la tonificación de los músculos faciales son dos aspectos clave que harán que la estructura del rostro se mantengan o cedan con el paso del tiempo. Yébenes nos facilita algunos consejos para prevenir la flacidez:
- Evitar las pérdidas de peso bruscas que aumentan la flacidez: hay que perder peso poco a poco y si se hace de forma rápida con dietas milagro la flacidez aparecerá seguro.
- No tomar el sol en exceso: ya que daña las fibras de colágeno y la elastina, hay que tomarlo poco a poco y con protección.
- Hacer deporte: con una musculatura fuerte habrá menos flacidez.
- Hidratar la piel: esto aportará elasticidad a la piel.
- Practicar ejercicios para la musculatura facial.
- Dieta: es fundamental que existan suficientes proteínas para mantener fuerte la musculatura, la vitamina C, evitar azúcares y harinas refinados así como salsas saturadas.
- Nutricosmética: suplementos de colágeno a partir de los 40 a 50 años. Si el colágeno se pierde de la piel se coge de los huesos.
Por otro lado hay una serie de gestos pueden incrementar los efectos de la edad y por lo tanto favorecer la flacidez del rostro:
- Gestos que repetidos muchas veces contribuyen a la flacidez son tocarse demasiado y pellizcarse la cara o buscar el apoyo de la cabeza en el antebrazo a través de la mano en la cara. Apoyarse en el pecho o en el hombro de la pareja para ver la tele.
- La forma de dormir también repercute, es fácil ver en el rostro de qué lado se duerme porque la ley de la gravedad actúa por la noche, lo mejor es dormir boca arriba.
- Aplicar cosméticos y cremas hacia abajo, los músculos ya tienden a caer hacia abajo con la gravedad, así que no hay que apoyar este hecho natural.
- Masajes fuertes habituales y durante muchos minutos, ya que se ablandan los músculos. Si se emplea la sauna, al salir de ella hay que contrarrestar con frío y hielo.
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