Piel oscura, piel clara… ¿Quién envejece antes?
La piel está expuesta a una gran cantidad de agresiones externas e internas que la van debilitando. Por eso, a medida que pasa el tiempo, el tejido cutáneo manifiesta signos de envejecimiento en forma de arrugas, flacidez y manchas. Además de los efectos ambientales, los cambios en la piel también van asociados a otros factores, como la constitución genética y la nutrición. Sin embargo, el factor aislado más importante es la exposición solar.
El pigmento natural de la piel, la melanina, proporciona una cierta protección contra el daño en la piel inducido por el sol, ya que absorbe la radiación ultravioleta y protege el ADN.
En este aspecto, las pieles oscuras tienen ventaja: producen más melanina y, por lo tanto, tienden a deteriorarse menos. Esta sustancia se acumula en los melanosomas, un tipo de orgánulo o compartimento perteneciente al citoplasma, la parte de la célula situada entre el núcleo y la membrana. El tamaño de esos almacenes de pigmentos determina en gran medida la tonalidad cutánea, y como los melanosomas de los individuos piel oscura son mayores que los de piel clara, los primeros muestran menos cambios en la piel con el fotoenvejecimiento.
Pero no todo son excelencias, pues la tez oscura sintetiza peor la vitamina D y el exceso de pigmentación suele dar lugar a la formación de queloides–cicatrices gruesas– o manchas irregulares.
Pero sea cual sea el tono de nuestra piel, la mayoría de los cambios están relacionados con la exposición al sol por lo que la prevención es un proceso imprescindible si queremos alargar el aspecto joven y fresco de nuestra piel.
- Evita las quemaduras solares en la medida de lo posible, recuerda que el sol es más fuerte entre las 12h y las 16h.
- Usa un protector solar de buena calidad cuando estés al aire libre, incluso en el invierno.
- Favorece las prendas de vestir frescas pero que cubran y usa un sombrero cuando sea necesario.
- La buena nutrición y el consumo de líquidos suficientes también son de gran ayuda, pues la deshidratación y las deficiencias nutricionales menores aumentan el riesgo de lesiones cutáneas y erupciones.
- Mantén la piel humectada con lociones de forma regular. La piel humectada es más elástica y sana de forma más rápida.
[Imagen: Angelica Dass ‘Humanæ Project’ ]
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