¿Por qué se dañan los labios?
Seguramente te habrás dado cuenta de que los labios son muy sensibles a las circunstancias externas. El frío y el sol son las principales causas de lesiones como la queilitis, una reacción inflamatoria conocida más comúnmente como boqueras, que se caracteriza por la formación de costras y fisuras en las comisuras de la boca que, en los casos más graves, pueden resultar muy dolorosas.
La sequedad en los labios provoca una sensación de quemazón muy incómoda que puede llevarnos a humedecerlos con la lengua, empeorando las heridas de forma inconsciente. A veces incluso la piel de alrededor de los labios puede llegar a irritarse y secarse, creando una aureola enrojecida alrededor de la boca.
Los expertos de La Roche Posay, sabios conocedores de las pieles sensibles, recomiendan usar siempre un protector de labios neutro, rico y sobre todo, sin alérgenos, pues son muchos los casos en que una intolerancia a los sticks y a las barras de labios es la causa de la sequedad en los labios.
La prevención es clave para evitar la queilitis. Es importante aplicar el protector en cuanto hay cambios de temperatura y optar por una protección con filtro solar si estamos expuestos al sol de la montaña o del verano. Cuando los labios se agrietan, debemos evitar picotearlos con los dientes para arrancar las pieles y usar pomadas cicatrizantes que tengan buena tolerancia. En el caso de la dermatitis por contacto, deberemos identificar el agente irritante en primer lugar y dejar de usarlo antes de tomar otras medidas.
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