Decálogo para proteger la piel de tu bebé del sol
Cuántas veces hemos oído aquello de que la piel tiene memoria y qué cierto es… Piensa que la piel se pone manos a la obra desde que nacemos y empieza a recibir los primeros rayos del sol. Por desgracia su capacidad de «sumar» esa radiación es limitada y, aunque es capaz de regenerar las quemaduras más agresivas, no las olvida y al alcanzar un umbral determinado corremos el riesgo de ver aparecer problemas como el fotoenvejecimiento y el cáncer.