Cómo manipular las frutas, verduras, huevos y pescados para evitar intoxicaciones
La agencia de normas alimentarias del Reino Unido (Food Standards Agency, FSA) ha sorprendido a los consumidores británicos, y del resto del mundo, con una nueva recomendación: no lavar el pollo antes de cocinarlo porque conlleva el riesgo de extender la bacteria campylobacter en manos, superficies, ropa y equipamiento de cocina al salpicar el agua. Es decir que, por querer ser «limpios», podemos acabar empeorando la situación.