Una verbena sin resaca
Como ya sabemos –seguramente a base de malas experiencias–, el alcohol es una sustancia que tomada en cantidades excesivas puede producirnos una intoxicación.
Nuestro cuerpo tiene capacidad limitada para metabolizar el alcohol, por eso los problemas y los efectos no deseados surgen cuando sobre pasamos ese límite que puede variar según la persona. Es pasadas unas horas cuando nos encontramos con la temida resaca, que se manifiesta en forma de dolor de cabeza, temblores, nauseas, fatiga y/o diarrea.