Callos y juanetes… ¡Qué dolor!
En el post anterior ya introdujimos el tema del cuidado de los pies hablando del exceso de piel seca y las grietas en los talones. Hoy es el turno de otro problema frecuente en nuestros pies: callos y juanetes.
Un callo es un ejemplo de hiperqueratosis, es decir, un exceso capa cornea o células de piel muerta que se forma como defensa frente a una rozadura o presión continuada. En el caso de un callo, esta duricia se centra en una parte más concreta y pequeña del pie y se origina con una parte más callosa que penetra en la piel. Ésta es la parte dolorosa, llamada clavo o también conocida como ojos de pollo.