El masaje del bebé, un momento de ternura y complicidad
El masaje es una importante fuente de bienestar y de relajación, y es muy beneficioso para tu bebé: favorece su desarrollo sensorial y le ayuda a tomar conciencia de su cuerpo, lo calma y lo prepara para dormir, y también puede contribuir a aliviar pequeños dolores de tripa. Además el masaje es un hermoso momento de ternura y complicidad contigo, un ritual del que disfrutaréis los dos. Descubre aquí nuestros consejos para dar un masaje a tu bebé y lánzate a hacerlo.
Las condiciones adecuadas
- Puedes realizar masajes a tu bebé desde el nacimiento hasta los tres años, e incluso más tiempo si parece disfrutar de estos momentos.
- Escoge un momento tranquilo, cuando estés totalmente disponible para poder dedicarte por completo al masaje, sin interrupciones.
- Instálate en una habitación caldeada (aproximadamente 26ºC) y tranquila, con una luz tenue.
- Coloca a tu bebé frente a ti sobre una toalla o una manta, sobre la cama, un cambiador o en el suelo sobre una alfombra mullida.
- Deberás tener las manos limpias y tibias, y las uñas cortas.
- Quítate cualquier elemento, como joyas, que pueda lastimar a tu bebé.
- Utiliza un aceite de masaje específico para bebés. Aplícalo en tus manos y frótalas para entibiar el aceite antes de tocar a tu bebé.
- La piel de tu bebé debe estar sana, no irritada.
- Evita realizar el masaje si tu bebé está enfermo, o inmediatamente después de comer o de tomar el biberón.
Los buenos gestos
El masaje es diferente a las caricias: el contacto debe ser cálido y suave, pero firme, haciendo presiones estimulantes y envolventes para el bebé. Puedes prolongar la sesión hasta 30 minutos, si ves que tu bebé está a gusto. Sin embargo, puede mostrarse reacio las primeras veces: en este caso, para después de algunos minutos y proponle un nuevo masaje al día siguiente o varios días después.
Puedes inspirarte en los siguientes movimientos para hacer masajes a tu bebé:
- Comienza realizando un suave masaje en los hombros, empezando por el cuello y bajando a lo largo de los brazos, sin olvidar las manos y los dedos.
- Luego, con tu mano bien plana, realiza un masaje en el tórax y el vientre, haciendo círculos en el sentido de las agujas del reloj. Coloca tu mano transversalmente sobre su pecho y desciende suavemente; vuelve a comenzar con la otra mano. No presiones, el peso de tu mano es suficiente.
- Toma el pie de tu bebé con una mano y, con la otra, realiza un masaje desde la pantorrilla hacia el muslo, y luego hacia la cadera.
- Sujeta el pie entre tus manos y realiza un delicado masaje desde los dedos del pie hasta el talón. Vuelve otra vez hacia los dedos y realiza un masaje uno por uno, después estíralos suavemente hacia arriba, todos al mismo tiempo.
- Para las manos, masajea con movimientos suaves y circulares el centro de la palma y luego estira suavemente cada uno de los dedos…
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